El estatuto antropológico de la amistad y su dimensión social: perspectivas para el siglo XXI

Abstract

Este trabajo estudia la amistad en el S.XXI desde la perspectivas antropológica y sociológica, y en él se pone de manifiesto que la amistad es una de las categorías clave para la comprensión del ser humano en el mundo contemporáneo. Hace un recorrido por tres hitos fundamentales: las relaciones interpersonales y de amistad en nuestro contexto (Little, May, Pahl); el estatuto antropológico de la amistad a partir de la noción de persona en Leonardo Polo y en conexión con Giorgio Agamben, y la amistad cívica.

Desde el punto de vista antropológico, se profundiza en la persona desde la afirmación de que esta es ¿co-existencia? (Polo) y en diálogo con Agamben, pues ambos se dan cuenta de una cuestión crucial: que la persona es originariamente dual ¿sin dualismos? y que sola es un absurdo. Por ello, la amistad resuelve el problema moderno de la intersubjetividad, e incluso es una clave para la superación de la misma, si se admite que el problema de la intersubjetividad es una de sus aporías centrales. Esta parte de la tesis muestra también que, en el contexto de la antropología trascendental, se puede hablar de ¿amores personales?, y que la amistad puede ser uno de ellos. He denominado este grado de amistad, ¿amistad personal?, y se trata de un amor que radica en la persona (acto de ser), la hace crecer y la muestra, si bien no de manera plena.

Finalmente, el estudio antropológico de la amistad pone de manifiesto que la amistad es una relación humana de doble dimensión: la personal y la social. Eso significa que no es solamente una cuestión antropológica y factor esencial para una vida lograda, sino un vínculo íntimamente social o sociológico, que puede tener una destacada proyección social. El alcance social de la amistad reviste muy diversas formas: se presenta como idea política y marco para la construcción de una nueva sociedad democrática fundada en valores más cooperativos que competitivos; factor de cohesión y construcción social, al tiempo que capaz de crear resistencia e incluso destrucción social; foco de libertad personal y social; como elemento esencialmente creativo; y como factor de humanización (Arendt), asunto de relevancia en una sociedad muchas veces herida de anonimato, hipertecnologizada y altamente plural y multicultural como la nuestra.