Facultad Eclesiástica de Filosofía - Tesis Doctorales y Tesinas - 2020-2029
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- Controversias que genera el transhumanismo-posthumanismo a la antropología, la ética y la teología actual(2024-09-30) Pastor-García, L.M. (Luis Miguel); García-Cuadrado, J.A. (José Ángel)La literatura actual sobre el transhumanismo-posthumanismo (T-P) ha ido creciendo exponencialmente en los últimos años convirtiéndose e incorporándose a los estudios de bioética. Esta corriente de pensamiento no sólo ha realizado una propuesta controvertida sobre cómo debe ser la evolución del hombre en un mundo en el que las tecnologías emergentes se van consolidando, sino que también las críticas surgidas frente a él, han servido para volver a tratar con profundidad cómo debe ser la relación del hombre con la técnica tanto en el ámbito de la filosofía, especialmente en la antropología y la ética, como en la misma sociedad. Si durante las últimas décadas el debate ha estado muy centrado tanto en los aspectos bioéticos como biojurídicos de los diversos avances científicos, vuelven a ser actuales las reflexiones que se habían realizado con anterioridad a ellos. Antes de que la biología o la medicina nos sorprendieran con aplicaciones biotecnológicas, genéticas o reproductivas y que la medicina explorara los trasplantes o iniciara la medicina intensiva, los filósofos debatieron desde un punto de vista global lo que podría suponer todo ello para el ser humano y la sociedad. Desde autores tan diferentes como Heidegger o Guardini, entre otros, se elaboraron reflexiones sobre la ciencia, la técnica, la tecnología y su influencia en el futuro progreso del hombre y de la sociedad. Es cierto que muchos de estos autores fueron conscientes de la fuerte influencia que podría surgir de esta tecnociencia sobre el hombre y la naturaleza, pero también es verdad que la tecnología actual supera a la de las últimas décadas del siglo XX en su capacidad de modificar, transformar o cambiar al hombre. El poder que se tiene en este momento o se espera alcanzar en unos años, no sólo afecta a esferas de la persona que diríamos periféricas a su esencia e identidad, como antes, sino que por el contrario se dirige a lo más íntimo de la persona. No sólo surge ahora la necesidad de dominar nuestro propio dominio para salvar el planeta o la especie humana, o dirigir la tecnología para que sirva de instrumento de erradicación de males que afligen al hombre, sino que las posibilidades de la tecnociencia y el horizonte que pueden generar requieren preservar o no la propia condición humana. Es lógico pues que la opción T-P haya generado cada vez más interés por los pensadores no sólo como una propuesta radical frente a esta tecnociencia y su uso, sino también que se vuelva a reflexionar sobre aspectos medulares relacionados con el hombre mismo.