Tesis doctorales y Tesinas

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    Controversias que genera el transhumanismo-posthumanismo a la antropología, la ética y la teología actual
    (2024-09-30) Pastor-García, L.M. (Luis Miguel); García-Cuadrado, J.A. (José Ángel)
    La literatura actual sobre el transhumanismo-posthumanismo (T-P) ha ido creciendo exponencialmente en los últimos años convirtiéndose e incorporándose a los estudios de bioética. Esta corriente de pensamiento no sólo ha realizado una propuesta controvertida sobre cómo debe ser la evolución del hombre en un mundo en el que las tecnologías emergentes se van consolidando, sino que también las críticas surgidas frente a él, han servido para volver a tratar con profundidad cómo debe ser la relación del hombre con la técnica tanto en el ámbito de la filosofía, especialmente en la antropología y la ética, como en la misma sociedad. Si durante las últimas décadas el debate ha estado muy centrado tanto en los aspectos bioéticos como biojurídicos de los diversos avances científicos, vuelven a ser actuales las reflexiones que se habían realizado con anterioridad a ellos. Antes de que la biología o la medicina nos sorprendieran con aplicaciones biotecnológicas, genéticas o reproductivas y que la medicina explorara los trasplantes o iniciara la medicina intensiva, los filósofos debatieron desde un punto de vista global lo que podría suponer todo ello para el ser humano y la sociedad. Desde autores tan diferentes como Heidegger o Guardini, entre otros, se elaboraron reflexiones sobre la ciencia, la técnica, la tecnología y su influencia en el futuro progreso del hombre y de la sociedad. Es cierto que muchos de estos autores fueron conscientes de la fuerte influencia que podría surgir de esta tecnociencia sobre el hombre y la naturaleza, pero también es verdad que la tecnología actual supera a la de las últimas décadas del siglo XX en su capacidad de modificar, transformar o cambiar al hombre. El poder que se tiene en este momento o se espera alcanzar en unos años, no sólo afecta a esferas de la persona que diríamos periféricas a su esencia e identidad, como antes, sino que por el contrario se dirige a lo más íntimo de la persona. No sólo surge ahora la necesidad de dominar nuestro propio dominio para salvar el planeta o la especie humana, o dirigir la tecnología para que sirva de instrumento de erradicación de males que afligen al hombre, sino que las posibilidades de la tecnociencia y el horizonte que pueden generar requieren preservar o no la propia condición humana. Es lógico pues que la opción T-P haya generado cada vez más interés por los pensadores no sólo como una propuesta radical frente a esta tecnociencia y su uso, sino también que se vuelva a reflexionar sobre aspectos medulares relacionados con el hombre mismo.
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    Defensa del perdón incondicional como respuesta al mal objetivo infligido
    (2024-06-27) Riojas, M. (Mariana); Crespo, M. (Mariano)
    Esta investigación pone en el centro una posibilidad para la persona herida: la posibilidad de viajar al pasado para transformar e irrumpir en la secuencia de los sucesos manchados por el mal infligido que contamina todo en su camino gestando represalias en lo más profundo de la víctima e, incluso, de su entorno.
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    Aceptación del don, vinculación y compromiso según la Antropología Trascendental de Leonardo Polo
    (Universidad de Navarra, 2023-06-29) Soriano, G.M.S. (Graciela María del Socorro); Moros-Claramunt, E. (Enrique)
    Comenzaré esta introducción compartiendo un interrogante de tipo personal: ¿qué puede llevar a una profesional de experiencia avanzada en psicología clínica a elegir una línea de investigación de acuerdo con la antropología trascendental de Leonardo Polo? Trataré de dar una respuesta a lo largo de estas páginas. La investigación se inicia a partir de tres hechos: 1) La búsqueda de justificación teórica de las indagaciones e intervenciones que he realizado en mi actividad profesional como psicóloga. 2) La experiencia profesional a lo largo de treinta años con pacientes clínicos y sus familias me han demostrado que la persona y el desarrollo de su personalidad pueden abrirse a más crecimiento psicológico y personal, porque como afirma Polo “la persona es el único ser capaz de un crecimiento irrestricto”1. 3) Más allá del ámbito clínico, he observado que la experiencia límite del dolor y la enfermedad en las relaciones familiares y personales permiten detectar con frecuencia una perspectiva más profunda el alcance del amor donal, que va más allá del deber o la obligación. Los alcances y limitaciones de la relación terapéutica quedan en evidencia cuando incluye o no el conocimiento de la distinción entre persona y personalidad.
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    Amor, muerte e inmortalidad. Elementos para una interpretación no intelectualista de Santo Tomás de Aquino
    (Universidad de Navarra, 2023-01-24) Santamaría-Egurrola, F. B. (Francisco de Borja); Vicente, J. (Jorge)
    Este trabajo discute las pruebas de la inmortalidad del alma desde el punto de vista de la actividad afectiva y no de la intelectual. Aunque la investigación parte de la filosofía de Tomás de Aquino, también se consideran las tesis de otros filósofos. El primer capítulo presenta el problema del sentido de la muerte para la existencia humana, tratando de establecer su carácter antinatural y, en consecuencia, de mal real. A fin de entender la posición del Aquinate, se la compara con Heidegger, Sartre, Rahner y Sciacca. El segundo capítulo discute la prueba de la inmortalidad del alma que parte del deseo natural de inmortalidad. El resto de las pruebas tradicionales para demostrar la inmortalidad del alma es estudiado en el tercer capítulo, centrando la atención particularmente sobre los problemas que la tesis de la inmortalidad del alma plantea para una concepción de los seres humanos que no quiera ser dualista. Finalmente, el cuarto capítulo estudia el pensamiento del Aquinate sobre la voluntad. La conclusión de este estudio es que en cuanto que la subjetividad comparece más en las actividades afectivas que en las intelectuales, las pruebas que parten de las primeras muestran mejor el carácter personal de la inmortalidad que las que lo hacen de las segundas.
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    La centralidad de la experiencia. Un acercamiento pragmatista a la investigación y la deliberación según Peirce y Dewey
    (Universidad de Navarra, 2023-01-24) Serra, J.P. (Juan Pablo); Nubiola, J. (Jaime)
    Esta tesis busca probar que la filosofía de los pragmatistas clásicos alberga una noción de experiencia que da cuenta cabal de la dimensión cognoscitiva y moral de la existencia humana en la medida que reúne las esferas del pensamiento y la vida disociadas por el empirismo y el racionalismo modernos. En los tres primeros capítulos, se examina la teoría del conocimiento de Charles S.Peirce y su relación con la ética. En este marco, se sitúan las dos tesis peirceanas acerca de la verdad: primera, que el significado de una hipótesis verdadera consiste en que sería creída al final de una investigación responsable y sostenida; y segunda, que, si se adoptara como creencia, jamás encontraría una experiencia contraria que obligara a desecharla. Algunos intérpretes sugieren que la verdad es, en Peirce, un ideal regulativo y otros preguntan si cabe entender como causa final su condición de fin de la investigación. Para Peirce, la verdad es una propiedad de ciertas proposiciones que, cuando es creída, influye en el comportamiento y exige la cooperación del que la cree para enriquecer y expresar su contenido. Con estas consideraciones, se estudia qué comportamiento contribuye mejor al despliegue de la verdad y el contexto en que sucede con mayor seguridad, que es la investigación científica. El investigador genuino, según Peirce, empeña su persona en comprender y ayudar a desarrollar la razonabilidad que percibe en el Universo y lo hace procurando en sus distintos quehaceres que la verdad sea un elemento activo del mundo de la experiencia y que el carácter razonable de lo real se extienda a toda la experiencia. Orientar la conducta hacia el fin admirable de hacer razonables las acciones y pensamientos la convierte en moralmente valiosa y, según Peirce, la reviste de importancia cosmológica pues contribuye a la creación del Universo. Los cuatro capítulos restantes desarrollan las implicaciones éticas -y, algo menos, sociales y políticas- de la teoría del conocimiento analizada en los tres primeros. Y es que, por ser un producto de la Ilustración madura, el pragmatismo tiene en la afirmación de la vida corriente su horizonte de partida y también su fuente de valor y normatividad hasta tal punto que invita a ir más allá de la filosofía, adentrándose en otras áreas de la cultura para influir mejor en la existencia personal y social. La obra de John Dewey orienta parte, sobre todo sus escritos sobre ética, psicología y sociedad. La exposición de la concepción deweyana de la filosofía sirve para destacar su meliorismo, la convicción de que el saber ha de buscarse por amor al mundo más que al conocimiento y que es el amor a este mundo, en su belleza y precariedad, lo que impulsa el deseo de mejorarlo y actualizar sus posibilidades. El análisis de la ética deweyana parte de la premisa de que ser meliorista exige cultivar un carácter compuesto por ciertos hábitos y que la moralidad misma surge del potencial de la experiencia ordinaria como guía de la acción humana. Para comprender esto último se expone la reconstrucción de la experiencia deweyana, destacando que la experiencia humana ocurre dentro de la naturaleza y, en ella, hay una larga historia de trato con el mundo. No cabe, entonces, ignorar la influencia de la sociedad y la época en el flujo de la experiencia personal. Sobre el trasfondo de la experiencia general se tienen experiencias particulares que destacan por su unicidad o aspecto cualitativo. A este respecto, se dedica un largo tramo para discutir qué es la inmediatez cualitativa. En el caso de la experiencia moral, su cualidad específica es que demanda hacer algo. Averiguarlo exige vivir a fondo la situación problemática en que aparece dicha demanda, adquirir hábitos, examinar las reglas generales heredadas del entorno social, diferenciar entre lo deseable y lo deseado, y apreciar la continuidad entre medios y fines, sobre todo dada la importancia que tiene en la deliberación moral el tipo de persona en que me convierto.
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    La democracia de Alexis de Tocqueville: una revolución inacabada
    (Universidad de Navarra, 2022-12-21) Viteri, B. (Berta); González, A.M. (Ana Marta)
    Que Tocqueville es uno de los grandes analistas del sistema democrático es algo bien sabido. Su gran obra, publicada entre 1830 y 1835, ha sido profusamente estudiada por gran número de investigadores provenientes de diferentes campos: su obra se ha leído como una teoría política, como un tratado de filosofía, como una sociología y como una etnografía. En particular, La democracia en América es una obra que incita a pensar. En ella, el autor francés trata multitud de temas: desde la estructura política de la nación estadounidense, a la influencia de la libertad de prensa, pasando por las relaciones familiares, los hábitos religiosos e incluso adelantando la muerte del arte y el nacimiento de los best-seller literarios, y lo hace de una forma realmente elegante—su escritura es a menudo literaria, llena de metáforas—. El mérito de Tocqueville, no obstante, no radica únicamente en la variedad de temas que aborda, sino en sulucidez, su capacidad de análisis y su asombrosa habilidad para la proyección de lo que ocurrirá en el futuro. La Democracia de Tocqueville no sólo es un gran retrato de la sociedad del siglo XIX: lo impactante es que es, también, un retrato muy agudo de nuestra sociedad actual. Estamos todavía tan cerca de lo que Tocqueville vio en su momento que el estudio de su trabajo no deja de ser fructífero. Si Tocqueville vio desde el comienzo que el nacimiento de la democracia suponía una gran desafío para la libertad y la sociabilidad, lo cierto es que todavía, a día de hoy, seguimos enfrentándonos al mismo desafío. La sensibilidad democrática, en efecto, nos deja demasiado cerca de ciertos peligros, especialmente de «la tiranía de la opinión pública»—o tiranía de la mayoría—, «la concentración exclusiva en el bienestar»—que lleva al individualismo—y «la apatía política».
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    Ayudar a crecer. La finalidad de la acción educativa y directiva a la luz del pensamiento de Leonardo Polo
    (Universidad de Navarra, 2022-11-10) Saiz-Fernández, M.A. (Miguel Alfonso); Moros-Claramunt, E. (Enrique)
    ¿Cuál debería ser la finalidad de un educador? ¿Cuál debería ser la finalidad de un director? ¿Tienen algo en común educar y dirigir? ¿Cuando alguien realiza una acción educativa, busca prioridades similares o fines parecidos a aquellos que se buscan cuando se ejerce la acción de dirigir? ¿Son acciones que tienen en común aspectos periféricos y que sus conexiones son secundarias, o son acciones que comparten aspectos centrales y que su conexión se encuentra en lo más profundo e íntimo de ambas? ¿Tiene alguna relevancia saber de antropología para ejercer la educación y la dirección de personas? ¿Cualquier corriente antropológica es indistinta para llegar a las mismas conclusiones? Es conveniente que cuando se realiza cualquier tipo de actividad se sepa el objetivo que se desea lograr y que se trabaje con intencionalidad para alcanzarlo. Trabajar sin un rumbo, usando estrategias de forma aleatoria y con múltiples objetivos es muy distinto a hacerlo con la claridad del rumbo que se quie- re, poniendo los medios necesarios para lograrlo y enfocándolos a un objetivo central y prioritario. Por tal motivo, es muy importante que quien educa o quien dirige personas sepa la razón de ser de su trabajo, que tenga claridad de la jerarquía de objetivos que pueda tener y que, con intencionalidad, ponga los medios necesarios para conseguir alcanzar el fin que se descubra como prioritario.
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    Post-critical Platonism: an investigation into and development Metaphysics of Michael Polanyi
    (Universidad de Navarra, 2022-06-02) Turkis, M.E. (Martin Edward); Gallardo, F. (Francisco); Pérez-Ilzarbe, P. (Paloma)
    Michael Polanyi es tal vez mejor conocido por su epistemología poscrítica centrada en los coeficientes personales y tácitos de todo conocimiento. Acuña el término poscrítico para describir un planteamiento filosófico que toma como punto de partida la naturaleza fiduciaria de todo conocimiento. Rechaza plenamente el planteamiento crítico, típico de la modernidad, que toma como su fundamento la duda metodológica. Para un pensador poscrítico la creencia metodológica es fundamental y la duda es complementaria y de segunda fila. A pesar de su justa fama por su epistemología, arguyo que su propósito central es metafísico. Siguiendo este hilo, mi proyecto investiga la metafísica de Polanyi más a fondo de lo que se ha hecho hasta la fecha. Propongo que su realismo metafísico debe ser interpretado como un realismo copernicano y lo pongo en conversación con tres realismos contemporáneos: el ontic structural realism de James Ladyman, la object-oriented ontology de Graham Harman, y el neo-aristotelismo/hilemorfismo contemporáneo de Anna Marmodoro, Robert Koons, William Simpson, etc. Desarrollo ciertos conceptos derivados de su epistemología más allá de lo que propuso explícitamente el mismo Polanyi, concluyendo que su planteamiento es platónico. Propongo, entonces, un platonismo poscrítico que afirma una metafísica de tres capas: 1. Una metafísica jerárquica diferenciada por la potencia eleática que ejerce la entidad (la producción de manifestaciones futuras no predecibles). 2. Una ontología plana de entidades comprensivas que están compuestas de particulares subsidiarios, unidos por/en el significado conjunto de la entidad. Dada la intercambiabilidad en la obra de Polanyi de entidad y significado, mantengo que su posición implica que ser es significar. 3. Una mereología jerárquica que describe las relaciones entre los particulares subsidiarios que forman parte de toda entidad comprensiva. Existir, entonces, es formar parte de la estructura descrita por el concepto de la entidad comprensiva y por lo tanto ser comprensible. Este estado se puede analizar más a fondo en términos de la mereología jerárquica. Existir así también es tener un impacto causal, cuya potencia determina el rango de la entidad en la jerarquía metafísica. Desarrollo el concepto de la entidad comprensiva, proponiedo que actúa como un arnés télico que engancha los particulares subsidiarios que se incorporan en su ser para realizar su telos. En su acción de enganche, la entidad comprensiva realiza el papel de una causa formal; en su realización del telos, es una causa final. Investigo el tema de los universales en la obra de Polanyi, concluyendo que son una especie de entidad comprensiva. Arguyo que esto, tomado junto con la afirmación platónica (hecha por Polanyi) de la existencia de universales no instanciados, delinea un planteamiento platónico poscrítico que rechaza teorías de Dos Mundos. Mi análisis incluye una comparación de las teorías del acceso a los universales de Polanyi, Platón, y Aristóteles. Siguiendo a Lloyd Gerson concluyo que el mejor modo de enfrentarnos con nuestra experiencia de sameness-in-difference es postular formas platónicas que son la base metafísica de las naturalezas de las entidades del mundo y a la vez la base de los universales aristotélicos, que son el mecanismo falible por el cual rastreamos las naturalezas basadas en las formas. Todo esto tiene lugar tras un reconocimiento anamnético (propuesto en el Fedón de Platón) que explico en términos de la epistemología de Polanyi. Este planteamiento con respeto a las formas y universales tiene cierta afinidad con la síntesis neo-platónica de Aristóteles con Platón de la antigüedad. Adicionalmente, propongo una subclase de formas que denomino las formas primordiales. Formas primordiales "Límite, por ejemplo" son las que se instanciarán necesariamente en cualquier mundo posible que incluye un estrato material.
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    La familia según David Hume: entre la naturaleza y el artificio
    (Universidad de Navarra, 2022-05-16) Llauce-Ontaneda C.M. (Cynthia Melissa); González, A.M. (Ana Marta)
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    La moral kantiana como paradigma moderno de la ética normativa: una revisión crítica de la lectura tradicional
    (Universidad de Navarra, 2021-09-27) Galvão-França, G.E. (Gustavo da Encarnação); Vigo, A.G. (Alejandro G.)
    El objetivo de esta tesis es presentar algunos aspectos del pensamiento moral de Immanuel Kant (1724-1804), que nos permiten cuestionar la visión tradicional, que lo expone como el gran paradigma de las éticas modernas, formalista, preocupado sólo por normas procedimentales mínimas que permitan la convivencia social de personas muy diferentes, enfocado exclusivamente en leyes y deberes y despreciando bienes, fines y la felicidad. En esta lectura, la ética kantiana representaría una revolución radical en relación con la éticas clásicas, representadas, sobre todo, por Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.). Aquí, busco ofrecer razones para defender una interpretación opuesta, que acerque a Kant al realismo clásico aristotélico. Así, en primer lugar, esbozo la lectura más consagrada de Kant, presentada por varios autores importantes, prestando especial atención a la versión de John Rawls (1921-2002) y de su discípula Christine Korsgaard (1952-), considerados pensadores muy influyentes, generalmente como defensores del kantismo en el debate moral y político contemporáneo y que desarrollaron una interpretación peculiar de Kant llamada constructivismo. A continuación, entro en el argumento central de la tesis, en el que se exploran tres aspectos de la moral kantiana. En primer lugar, la doctrina de la conciencia de la ley moral como factum de la razón, expuesta por Kant en la Tercera Sección de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y en la Crítica de la razón práctica, que nos muestra que la moral es un hecho que caracteriza la naturaleza racional, no una elaboración del intelecto, como propone el constructivismo. En segundo lugar, la primacía de la segunda fórmula del imperativo categórico (la fórmula de la humanidad) en la aplicación de la ley moral, que revela que Kant entiende la ética no como un filtro lógico vacío para probar máximas particulares (como suponen aquellos que prestan atención exclusiva a la primera fórmula, a la fórmula del derecho universal), sino como una investigación teleológica que busca orientar la acción humana hacia lo que mejor conviene a la naturaleza racional. En tercer lugar, los textos de ética material de Kant, que desvelan un filósofo sumamente atento a la realidad antropológica concreta del hombre y a la pedagogía que le enseña un proceso de crecimiento gradual en la virtud, además de tener una visión de la felicidad y del sumo bien bastante semejantes al eudemonismo aristotélico.