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Abstract
Hay dos modos de entender la relación entre política y con icto: para el agonismo el con icto es inerradicable de la política porque ésta es lucha entre perspectivas contingentes y particulares; para la corriente de la deliberación, el con icto está presente en la política pero en principio es soluble a tra- vés de la racionalidad. La diferencia fundamental entre ambas perspectivas radica en el modo de entender las fuentes de la acción humana. Para autores como Habermas, Rawls o MacIntyre, la dicotomía racionalidad-irracionalidad da cuenta de la acción humana, mientras que para autores como Weber, Foucault o Rancière, la acción humana es un complejo de afec- tividad, fe y “racionalidad” irreductible a esa dicotomía. De ahí que para el agonismo la infundamentación de los valores es ineliminable, mientras que para la corriente de la deliberación la racionalidad repara o neutraliza esa infundamentación presente en la elección de valores.