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Abstract
A nivel global, el cáncer de mama (CM) es el tipo de cáncer más frecuente en la mujer y es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer, de acuerdo con las últimas estadísticas de 2018. El CM constituye un problema de salud pública sobre el que es necesario investigar estrategias preventivas. La adiposidad corporal parece influir en el riesgo de desarrollar CM. Se sabe menos acerca de la influencia de los cambios de adiposidad a lo largo de la vida y el riesgo de CM. Si bien la actividad física se ha asociado de manera inversa con el riesgo de CM y el sedentarismo de forma directa, la evidencia disponible sobre actividad física, sedentarismo y riesgo de CM es heterogénea en la manera de medir la exposición y no siempre se ha tenido en cuenta otros factores asociados como la dieta o el consumo de alcohol. El patrón de consumo de alcohol en gran cantidad y en un espacio breve de tiempo -conocido como binge drinking podría aumentar el riesgo de CM. Por esto nos planteamos evaluar la influencia de las trayectorias corporales de adiposidad, niveles de actividad física recreacional, sedentarismo y binge drinking y la incidencia de CM en el Proyecto Seguimiento Universidad de Navarra (SUN). Para el presente trabajo, se emplearon los datos de las mujeres incluidas en esta cohorte. Al entrar en el estudio las participantes completaron un cuestionario basal. De manera bienal recibían un cuestionario de seguimiento. El cuestionario basal contiene 554 ítems e incluye un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos de 136 ítems e información sobre factores sociodemográficos, antecedentes personales y familiares y estilos de vida. Para estudiar las asociaciones consideradas, empleamos modelos multivariables de regresión de Cox y estimamos hazard ratio (HR) y sus intervalos de confianza al 95%. Tras una mediana de 11,8 años de seguimiento, se registraron 190 casos probables y 101 casos confirmados de CM entre las 10.812 mujeres analizadas de la cohorte SUN. Se analizaron tanto los casos de CM global como de manera estratificada por estado menopáusico al diagnóstico. Para las distintas exposiciones analizadas, nuestros resultados fueron: a) Aquellas participantes con una trayectoria delgada-incremento en las trayectorias de los morfotipos de Stunkard desde los 5 hasta los 40 años presentaron una HR para CM global de 1,84 (IC95% 1,11-3,04) comparadas con las mujeres con una trayectoria media-estable . En el análisis estratificado, las mujeres en la trayectoria delgada-incremento presentaron una HR de 2,42 (IC95% 1,07-5,48) para CM postmenopáusico comparadas con la trayectoria de referencia. b) Las mujeres con un nivel de actividad física recreacional superior a 16,5 METs-h/semana presentaron una HR de CM global de 0,55 (IC95% 0,34-0,90) comparadas con mujeres que realizaban 0-6 METs-h/semana. Las participantes que dedicaban más de 2 h/día a ver la televisión presentaron un mayor riesgo de CM global (HR= 1,67; IC95% 1,03-2,72) comparadas con las mujeres que dedicaban menos de 1 h/día. En la escala de vida activa de 8 ítems encontramos una asociación inversa con el riesgo de CM global a mayor categoría de puntuación en la escala. c) Aquellas mujeres que practicaban binge drinking presentaron una HR de CM global de 1,76 (IC95% 1,03-2,99) comparadas con las participantes que no hacían binge drinking. La asociación resultó más fuerte para el CM premenopáusico, con una HR de 2,06 (IC95% 1,11-3,82) en las mujeres que hacían binge drinking comparadas con las que no lo hacían. En resumen, podríamos concluir que pasar de un morfotipo delgado en la infancia a uno más aumentado en edades medias de la vida, un mayor sedentarismo y la práctica de binge drinking podrían conllevar un mayor riesgo de cáncer de mama.