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Abstract
Este artículo analiza la identidad social y la historia culinaria a través de las imágenes de la vianda en la poesía satírico-burlesca de Francisco de Quevedo. Específicamente, los poemas de Quevedo, «Matraca de las flores y la hortaliza», «Boda y acompañamiento del campo» y «Los sopones de Salamanca», junto con los recetarios contemporáneos de Granado, Hernández de Maceras y Martínez Montiño muestran que la carne se privilegia por encima de la hortaliza; el carnero, por encima de la vaca; y que las ensaladas no se consumían en el círculo social más alto. Basándonos en la noción de la capital cultural de Bourdieu, vemos que las decisiones de la comida reflejan el estado social. En cuanto a la historia culinaria de España, estas obras proveen un vistazo a las prácticas culturales del temprano siglo XVII. Los pepinos se asociaban con poderes curativos, la lechuga (aceptada como un antiafrodisíaco) se comía cocinada y no cruda, y los mejores jamones eran de Rute y Algarrovillas. Estos ejemplos nos ofrecen una comprensión más amplia de la historia de la comida española y sus implicaciones tanto culturales como sociales.