Abstract
Lo digital en radio y televisión supone un giro decisivo. Permite tener más canales programas y servicios, más autonomía y capacidad de elección del usuario, mejora calidad de sonido e imagen. Se examinan estos extremos de ambos medios, la distribución de la señal (que sigue el sistema clásico: terrenal, aereo y cable) y la recepción, contemplando los terminales interactivos y los descodificadores como elementos importantes, objeto de polémica. La nueva modalidad afecta también a los contenidos, a su cantidad y calidad. El artículo concluye con unas breves consideraciones sobre el futuro inmediato.