Author(s)
Keywords
Abstract
La investigación llevada a cabo en París en el verano de 1825 acerca de un proyecto de exiliados españoles en Londres para sublevar las Filipinas puso al descubierto la formación de una compañía inglesa para comerciar con aquellas islas, cuyos directores ―varios de ellos miembros del Parliament y vinculados al gobierno inglés― creían ya independientes. La correspondencia de la Philippine Islands Mining Trading & Agricultural Association transmite la idea de que, exclusivamente si las islas eran soberanas, esa compañía concedería un empréstito de hasta un millón de libras a las nuevas autoridades a cambio de privilegios comerciales. No obstante, dicho empréstito, ofrecido al capitán general de unas Filipinas todavía bajo dominio español, fue percibido como una incitación a la secesión