Author(s)
Keywords
Abstract
Si la responsabilidad, de manera general y precisamente la responsabilidad moral, puede entenderse como la obligación de responder, de asumir las consecuencias de los actos o de las omisiones, eso implica no sólo un determinado deber, sino también un cierto compromiso consigo mismo, con los demás, con la sociedad y también con el futuro. Considerada así, cuando se imputa a una persona que ha actuado sola o como miembro de un colectivo, la atribución de responsabilidad contribuye a que esa persona o el grupo al que pertenece tome conciencia del deber de preocuparse por el impacto de sus acciones o decisiones. Cuando se trata de imputar responsabilidad a los miembros de un grupo por una acción de este, varios argumentos refuerzan la idea de que la responsabilidad moral colectiva de la que se trataría sería limitada porque esta noción carecería en cierta medida de recursos suficientes para explicar suficientemente la atribución de responsabilidad moral a más de una persona. En este trabajo he defendido que la responsabilidad moral compartida constituye el modelo de responsabilidad moral adecuado para estas situaciones que implican como autores de una acción u omisión a más de una persona, las cuales forman un grupo organizado o no. Este modelo de responsabilidad sería filosóficamente y moralmente original en el sentido de que implica un reparto de responsabilidad entre todos los que han contribuido con la misma intención al resultado final de una acción de grupo que ha causado un perjuicio, independientemente de la forma de su contribución y de la estructura del grupo.
If responsibility, generally and precisely moral responsibility, can be understood as the obligation to respond and bear the consequences of acts or omissions, this implies not only a certain duty but also a certain commitment to oneself, to others, to society, and to the future. When a person is charged with having acted alone or as a member of a collective, the attribution of responsibility contributes to the awareness of that person or the group to which he belongs of the duty to be concerned about the impact of his actions or decisions. When it comes to attributing responsibility to members of a group for a group action, several arguments support the idea that collective moral responsibility would be limited because this notion would lack, to some extent, resources to sufficiently explain the attribution of moral responsibility to more than one person. In this work, I have defended that shared moral responsibility is the model of moral responsibility appropriate for these situations that involve more than one person as the author of an action or omission, whether they form an organised group or not. This model of responsibility would be philosophically and morally original in the sense that it implies a sharing of responsibility between all those who have contributed with the same intention to the result of a group action that has caused injury, regardless of the form of their contribution and the structure of the group.