Abstract
La crítica cinematográfica en Europa y luego en Estados Unidos, ha visto el neorrealismo como el anuncio de un cine nuevo, que traducía el estado de un pueblo probado duramente por la guerra mundial. Este punto de vista no era compartido en esa época por los italianos, que no comprendían demasiado esas películas aunque estaban orgullosos de que triunfasen en el extranjero. Los dos principales líderes de opinión, la iglesia y el partido comunista, lo criticaban, la primera por desmoralizante y el segundo por poco revolucionario. Los espectadores no apreciaban ese retraro crítico de su país y preferían los melodramas -lo que se ha llamado el "neorrealismo rosa", en donde, superadas ciertas dificultades, el futuro se anunciaba radiante.