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Abstract
The experience of historians as autobiographers has led them to reconsider the nature of historical knowledge and the function of the historian as an intermediary between the past and present. In the new theoretical context of the social sciences and historiography, we can take this proposal further and consider autobiography as a valid form of history—or, at least, as ‘unconventional history’, understood as negotiations with history that transcend or subvert traditional chronological monographs, posit the ‘subjective’ as a useful form of knowledge, and engage the constructed nature of the text. Taking this hypothesis as a starting point, this article reads historians' autobiographical texts to explore if we can/should continue to defend the classic distinction between subject and object, historian scientist and historian author. In this article I compare the work of several historian autobiographers that permit us to identify different methodologies in approaching the story of the self that also reflects different theoretical conceptions of history. I argue that historians that may be considered ‘constructionist’, such as Fernand Braudel, Annie Kriegel, George Duby, and Eric Hobsbawm, design their autobiographies in the same way they articulate their historical texts: by foregrounding objectivity and establishing critical distance between the subject—the historian who narrates the story—and the object—one's own life. Unconventional or experimental approaches, such as those espoused by Robert Rosenstone, Dominick LaCapra, or Clifford Geertz, result in more self-conscious autobiographies, which are, paradoxically, often more realistic and more revealing of the epistemological nature of life writing. ----------------- La experiencia de los historiadores como autobiógrafos les ha llevado a reconsiderar la naturaleza del conocimiento histórico y la función del historiador como un intermediario entre el pasado y el presente. En el nuevo contexto teórico de las ciencias sociales y la historiografía podemos tomar esta propuesta más allá y considerar la autobiografía como una forma válida de historia-o, al menos, de historia ‘poco convencional’-, entendida como negociaciones con la historia que trascienden o subvierten las tradicionales monografías cronológicas, plantean lo "subjetivo" como una forma útil de conocimiento y participan de la naturaleza construida del texto. Tomando esta hipótesis como punto de partida, este artículo lee los textos autobiográficos de los historiadores para explorar si se puede / debe seguir defendiendo la clásica distinción entre sujeto y objeto, historiador científico e historiador escritor. En este artículo comparo el trabajo de varios historiadores autobiógrafos que nos permiten identificar las diferentes metodologías para acercarse a la historia del yo y que también reflejan las diferentes concepciones teóricas de la historia. Sostengo que los historiadores que pueden considerarse "constructivistas", como Fernand Braudel, Annie Kriegel, George Duby y Eric Hobsbawm, diseñan sus autobiografías de la misma forma que articulan sus textos históricos: poniendo en primer plano la objetividad y estableciendo una distancia crítica entre el sujeto -el historiador que narra la historia-y el objeto- la vida de cada uno. Enfoques no convencionales o experimentales, como los expuestos por Robert Rosenstone, Dominick LaCapra, o Clifford Geertz, resultan autobiografías más autoconscientes, que son, paradójicamente, a menudo más realistas y más reveladoras de la naturaleza epistemológica de la escritura de la vida.