Abstract
“Así se explica que en Londres, París, Berlín, Madrid, el número de obreros y personas más capacitadas se haya multiplicado extraordinariamente […]. Todo esto produce miles de empleados bien retribuidos, gente de mayores exigencias personales y que ve la vida fríamente, decidida a saborear la existencia. Resultado de este deseo es el nacimiento, multiplicación asombrosa de teatros, cines, cafés, bares, salas de concierto y baile. El número de vehículos alcanza cifras prodigiosas, los problemas de la circulación se hacen insolubles. En esta época nace una clase de edificio destinado a satisfacer todas estas necesidades. En él se reúnen el teatro, salas de baile, cine, despachos para negocios, etcétera. Este edificio no ha encontrado un nombre adecuado. Se le llama ‘edificio comercial’, pero esto no fija exactamente su función. Un edificio de éstos se ha construido en Madrid” (Nuevas Formas. Revista de Arquitectura y Decoración. Año II 1935 nº1. P. 25.)