Abstract
Este artículo describe las actividades educativas que ofrecen los centros de arte contemporáneo de nuestro entorno, analizando el rol que se otorga al espectador en las prácticas de interpretación de las obras de arte y el tipo de nociones de arte y comprensión estética que estas prácticas fomentan entre los alumnos. La conclusión propone una nueva noción de comprensión estética y pautas para articular un modelo interpretativo que permita desarrollar actividades educativas de calidad en nuestros centros de arte contemporáneo.