Siguiendo la estela de lo ocurrido en otros países, principalmente en Estados Unidos, los políticos españoles se han ido interesando progresivamente por las nuevas formas de comunicarse con los ciudadanos a través de internet y, más específicamente en los últimos años, por todo lo relacionado con las redes sociales. Hasta el momento este uso ha estado muy centrado en las campañas electorales, utilizando estos medios con fines prioritarios de captación de voto, aunque poco a poco se van generalizando prácticas más vinculadas al ámbito institucional y, por tanto, a la comunicación durante el transcurso de las legislaturas por parte de instituciones y partidos. La siguiente etapa en esta evolución pasa por la concienciación a nivel individual de los políticos, en su función de representantes públicos, acerca del importante papel que pueden tener estas redes para mejorar la relación con los ciudadanos, que son los que finalmente les han designado para el cargo que ocupan y, por tanto, a quienes se deben en su trabajo diario. En el presente capítulo se tratará de analizar cómo ha evolucionado la presencia de diputados y senadores en las redes sociales y cómo hacen uso de ellas, para tratar de dilucidar si estamos realmente ante un nuevo paradigma de comunicación política más directo y bidireccional o simplemente ante una moda tecnológica de la que aún no se aprecian resultados tangibles en términos de transparencia, diálogo, escucha y fomento de la participación popular.