Abstract
El problema tratado abarca el conjunto de la vida humana que siempre está dominada por conceptos y actitudes opuestas. Para escapar de esta oposición no son precisas la «violencia y la revolución" (que en el fondo no construyen nada, sino que únicamente destruyen) porque se superan, en su rigor y su unilateralidad, a través de la tolerancia y de la conciliación -en el supuesto de que son legítimas «in concreto». En todas partes .Ia violencia y la revolución» deben ser sustituídas por una labor constructiva social y positiva como el verdadero servicio para la realización del bien común. Precisamente el problema de la libertad religiosa posee una significación ejemplar para los problemas de la tolerancia y de la conciliación, distintos en el ámbito del Estado y de la sociedad y de la Iglesia. Pero sin conceptos claros y sin destacar los verdaderos principios no se puede entender la esencia de la tolerancia y de la conciliación y no son posibles criterios críticos para su realización en la vida social.