El estudio analiza cómo ya desde la realización de Forgotten Silver (1995), Peter Jackson se presenta con todas las características de un ingenioso artista, capaz no sólo de inventar géneros nuevos para el cine forzando al máximo los límites sino también de explorar los lenguajes de expresión tecnológicamente punteros para contar con verosimilitud las historias más fantásticas. Su éxito tanto entre el gran público como entre los expertos se debe, más que a una determinada coyuntura socio-económica favorable, al hecho de que se dan en él una serie de talentos que le hacen idóneo como gran narrador de nuestro tiempo.