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La educación es un derecho fundamental de todas las personas y un pilar esencial para el desarrollo de la sociedad. La libertad de elección de centro educativo es un tema recurrente en el debate político, dado que incide directamente en la calidad y diversidad de la educación que se ofrece a los ciudadanos. En este contexto, los cheques escolares, también conocidos como vales educativos, han surgido como una propuesta alternativa a la educación pública para garantizar la libertad de elección de centro educativo para las familias, proporcionando una mayor diversidad de opciones y fomentando la competencia entre las instituciones educativas. Diversos países llevan años probando a pequeña y gran escala programas de cheques escolares (Epple et al., 2017). Sin embargo, su implementación ha sido objeto de controversia, especialmente en relación con su impacto en la equidad educativa, así como en el rendimiento académico que genera entre los alumnos sujetos a estos programas. Además, existe preocupación acerca de cómo estos sistemas podrían afectar a las escuelas públicas y a los estudiantes que dependen de ellas.