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Abstract
The most classic international cooperation model, timidly outlined after the Second World War and based on donors and receivers, has given rise to a new model that, although timidly included in Resolution 2625, has been developed and highlighted in the Agenda 2030 and its Sustainable Development Goals, the latest evolution of the principle of cooperation. A model led by the United Nations, supported by consensus in its adoption and based on horizontal cooperation, with a wide range of actors and new forms and tools of cooperation, but with numerous challenges still ahead, including for international law.
El modelo de cooperación internacional más clásico, esbozado tímidamente tras la Segunda Guerra Mundial y basado en donantes y receptores, ha dado lugar a un nuevo modelo que, si bien se recoge tímidamente en la Resolución 2625, ha sido desarrollado y puesto de manifiesto en la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, última evolución del principio de cooperación. Un modelo liderado por Naciones Unidas, amparado por el consenso en su adopción y asentado en la cooperación horizontal, con una amplitud de actores y nuevas formas y herramientas de cooperación, pero con numerosos retos aún por delante, incluso, para el Derecho internacional.