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Abstract
En la actualidad, la empresa se enfrenta a grandes cambios, tanto a nivel estructural –organizativo- como humano; cambios que le vienen en gran parte de la sociedad en la que se halla inmersa y que parece estar en continuo proceso de evolución. Considerando el objetivo de este simposio —reflexionar acerca de los desafíos que traerán consigo los próximos 50 años en el ámbito empresarial —, tomamos como punto de partida de nuestra reflexión la noción de cambio social considerándola desde la perspectiva sociológica y adoptando en concreto el enfoque relacional. A partir de este enfoque, el cambio no se reduce a la mera introducción de un elemento externo y novedoso en la estructura, sino que se entiende como una “nueva forma de relacionar las relaciones” hasta entonces existentes. Aplicado a la empresa, esta concepción del cambio resulta útil porque aporta una nueva visión de las relaciones, las cuales aluden a personas, que son quienes forman y hacen empresa. Por lo tanto el cambio, la innovación y el crecimiento empresarial requieren de una visión que vaya más allá del puro estructuralismo y la lógica de la eficacia y la productividad y atienda a las relaciones personales que en ella se crean, así como su potencial humanizador o deshumanizador.